Somos una organización hasta los huevos de lo políticamente correcto. Venimos a romper con el consenso tibio, con las medias tintas y los silencios cómodos. Aquí se habla sin filtro, con conocimiento, con agallas. Porque lo que no se nombra, se pudre. Apostamos por una sociedad sin tabúes, sin hipocresías morales, donde cada quien pueda ser libre sin pedir permiso ni disculpas por existir.

¿Nuestra corriente política? Llámala como quieras, pero no nos verás agitando banderas ni repitiendo consignas vacías. Creemos en la igualdad real, en repartir las cartas de nuevo y no solo cambiar de crupier. Queremos un mundo donde todos tengan las mismas oportunidades, incluso la de mear sin culpa sobre los restos de los tiranos que aún pesan en la historia.

Soñamos con una sociedad justa, donde el poder deje de inclinar siempre la balanza hacia el que más acumula. Una sociedad que no tolere privilegios disfrazados de mérito. Libertad, sí —pero no la del zorro en el gallinero. Libertad con conciencia, con respeto mutuo y con los dientes bien afilados.